22 Mar 2022 La sana convivencia entre edificios antiguos y nuevos
Por Sergio Montes, socio de Inmobiliaria Regenera
En columnas anteriores revisamos tres claves que entrega la urbanista Jane Jacobs en su libro “Muerte y vida de las grandes ciudades americanas” para lograr barrios que aporten al máximo a la calidad de vida de las personas. Hablamos de la importancia de la densidad para lograr barrios con vida, ya que permite tener espacios comunes como veredas, parques y comercios llenos de personas. Por otro lado, destacamos que al mezclar diversos usos de edificios, como comercio, vivienda, universidades y oficinas, los espacios se enriquecen tanto por la variedad de sus residentes, como por sus distintos horarios y costumbres que permiten que los barrios se mantengan vivos, sin interrupciones. También abordamos que es importante que el entramado de calles y pasajes sea lo más fino posible para dar al peatón la posibilidad de vivir experiencias distintas, según sus intereses, al poder unir un mismo punto de origen y de destino con mayor flexibilidad.
Ahora revisaremos la cuarta recomendación de Jacobs en su recorrido por distintos barrios y el agudo análisis que hace de algunos casos de éxito y de fracaso en la misión de brindar calidad de vida a sus habitantes. Este cuarto pilar es el mezclar edificios nuevos y antiguos. Así, un barrio puede valorar su tradición y mantener los edificios que vale la pena conservar, e ir a la vez modernizándose y adaptándose a las nuevas necesidades de forma armónica entre la historia y las nuevas tecnologías.
Para la regeneración urbana esto es crucial. Este recambio es el motor que hace que una ciudad o un barrio se mantenga vigente, como un ser vivo que crece y va renovando su piel. Tal como un ser humano que vive en constante cambio, pero que mantiene su identidad y atesora su historia de vida, que se va nutriendo con el paso de los años. Una ciudad que no evoluciona, que no se renueva en el tiempo, es una ciudad que va muriendo; y otra que se destruye por completo para reconstruirse es también un fracaso. Las ciudades y barrios exitosos se van desarrollando activamente, en armonía con su historia y cuidando su patrimonio.
Esta mirada que entrega Jane Jacobs en materia de regeneración urbana, es un punto de partida que nos debe unir a los emprendedores privados y organismos públicos para lograr avanzar de manera ágil, con medidas eficientes y reglas claras, en entregar viviendas y soluciones para una mejor calidad de vida de los habitantes de nuestras ciudades, que es a lo que debemos apuntar.